viernes, 11 de mayo de 2018

Payadora

(Foto de Liliana Salvat: "Payadora")


Bajo el ala del sombrero
presente, una servidora;
si me doy de payadora
será que me sobra cancha.
Mas, si quiere la revancha
pa'demostrar su destreza,
no tenga delicadeza,
que, de mujer a varón,
yo les daré la razón
si usté me causa sorpresa.

No se sienta perseguido
que es solo una invitación.
Quizás en algún rincón
de su posible ignorancia,
se le iluminen las ansias
de ganarme esta partida.
Muchas veces en la vida
yo me jugué el pensamiento,
aliviando en el intento
dolores de alguna herida.

Esto que nace de adentro
no necesita instrucción.
Si escucha con atención
los versos improvisados
del payador entregado
al sentimiento campero,
ha de quitarse el sombrero
porque llevo en la garganta
un sabio zorzal que canta
a la gente que yo quiero.

No me provoque, amigazo,
a mi juego me llamaron,
sé de muchos que callaron
por no encontrar la palabra.
Aunque la tierra se abra
recitando he de morir,
es que llevo en el latir
madrugando una esperanza,
con estos versos me alcanza
pa'demostrar mi sentir.

Soy bagual que no se amansa
con tanta facilidad.
Es cuestión de habilidad
enseñarme lo que sabe,
sílbeme como las aves
su payada más sencilla,
y verá qué maravilla
es poderla recitar,
por ahi lo deje montar
un flete de mi tropilla.

Voy a templar la guitarra,
se me calentó el garguero.
Las rimas de este aparcero
no se pueden comparar,
pero lo invito a probar
a ver si le da el pellejo.
Para seguirme parejo
boleándome con asombro,
me tragaré lo que nombro
antes de mandarme lejos.

Lo que larga el corazón
yo no lo voy a atajar,
más bien lo dejo juntar
en el corral de mis sueños;
así sentirme su dueño
y poco a poco ir formando
la estrofa que está sonando
como si fuera un lamento,
ilusiones de un momento
que les estoy regalando.

Ya voy a desensillar
está sudao el asunto,
¿no se animó al contrapunto?
Y yo que lo vi despierto,
casi me juego un acierto.
Sin querer desprestigiar,
pensé que se iba a animar
y dejaría el plumerío.
No vaya a creer que me río
por no saberla pelear.

¿Qué pasa se me atoró
o lo dejé sin aliento?
Eche sus versos al viento
que se va acabando el rollo.
A ver si paya, mi pollo,
y no me deje sin saber,
yo lo quiero conocer
para sacar conclusión,
aproveche la ocasión
no se la puede perder.

No lo quise atropellar
solo que balé primero,
y creí que era ternero
que no dejaba pialarse,
por eso no va a enojarse
es trigo de otro costal;
nunca lo traté de animal
y no lo quiero confundir,
mi intención no es discutir,
es payar de igual a igual.

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